La presencia de mujeres en cargos directivos es menor a la de los hombres. Esto ocurre en sectores diversos, tales como las universidades chilenas, empresas mexicanas, la policia de los Estados Unidos, o los hospitales franceses. La enfermería, con más del 90% de profesionales mujeres en todo el mundo, tampoco se ha mantenido al margen del techo de cristal.

En la actualidad, las mujeres enfermeras tienen más dificultades, barreras o limitantes, que los hombres para acceder a cargos gerenciales. Enfrentan una desigualdad de género que atenta contra el progreso laboral. Ya lo denunciaba la Organización Mundial de las Salud (OMS) y ahora lo confirma un estudio.

Confirman que existe techo de cristal en enfermería

La afirmación surge de una revisión publicada en la revista Cuidarte. En primer término, lleva la firma de Miguel Andres Valencia Contrera, enfermero y profesor de la Universidad de Antofagasta (Chile). El análisis de siete artículos publicados durante el periodo 2000-2020 permite sintetizar algunos aspectos explorados de la problemática.

La información refleja lo que sucede en distintos países. Por ejemplo, en España existe una escasa presencia de la mujer enfermera en puestos de poder. La toma de decisiones recae mayoritariamente en hombres, a pesar que representan solo el 16% de quienes ejercen la enfermería allí. Los beneficios incluyen mejores condiciones de contratación y un mejor trato de sus jefes varones.

El problema se observa en los hospitales, pero también en los colegios profesionales de ese país. Alrededor de un 43,48% de los colegios de enfermería cuentan con una mujer en la presidencia. De todos modos, la situación parece ser peor para las mujeres que ejercen otras profesiones del ámbito de la salud. Solo el 11,32% de los colegios médicos españoles están presididos por mujeres.

Las cosas no difieren demasiado en el Reino Unido. Allí la ventaja de los hombres en enfermería también es evidente.

Los varones están sobrerrepresentados en los puestos gerenciales y logran rapidamente un rol más alto en la banda salarial. Para ello se suben a lo que ha dado en llamarse una escalera de cristal.

“Los artículos analizados muestran la presencia del fenómeno techo de cristal, donde las mujeres enfermeras presentan más dificultades que los hombres para acceder a cargos directivos”, comenta Valencia Contrera. Y agrega que algunos han logrado situar la etiología de este trato desigual en teorías de gestión influenciadas fuertemente por paradigmas masculinos.

Se debe medir mejor la desigualdad de género

Para el autor, un elemento interesante para cuantificar el problema y tener una magnitud del impacto es el denominado índice de techo de cristal. Es una herramienta que surge en los ambitos científicos y académicos, pero que según Valencia Contrera permite también explicitar la situación en las profesiones sanitarias. Un valor de uno indica igualdad entre varones y mujeres. Cuanto mayor es dicho índice, mayor es el techo de cristal y más complejo resulta entonces para las mujeres alcanzar posiciónes elevadas.

Gracias a uno de los artículos revisados se pudo determinar que, en España, existen 16.573 profesionales en colegios oficiales de enfermería (10.73% son hombres y un 89.26% mujeres). Alrededor del 0,074% de las mujeres y el 0,4% de hombres son directivos. Lo que en definitiva arroja un índice de techo de cristal de 5,308.

Valencia Contrera ve como necesaria la realización de mediciones similares en Latinoamérica. Considera que permitirán tener una visión más precisa del techo de cristal en enfermería y actuar en consecuencia. “La realidad evidenciada pareciera ser una situación de antaño, un contexto hostil de épocas donde el comportamiento de las mujeres obedecía a un patrón marcado por el machismo, no obstante, es un triste rezago que sorprende con su actual existencia”, concluye en el artículo.