La nutrición de los pacientes es un importante factor modificable que puede tener incidencia tanto en la causa como en la prevención de diversas patologías. Así lo asegura la licenciada Marisa Canicoba, vocal argentina ante la Sociedad Latinoamericana de Nutrición (SLAN).

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En el marco de esta festividad, Canicoba, quien también es coordinadora de nutrición del Club Argentino de Páncreas, conversó con Océano Medicina sobre la relación entre la dieta y la incidencia del cáncer de páncreas en Argentina, así como las posibilidades de prevención y recuperación que vienen de la mano de una alimentación saludable.

-¿Cuál podría ser la relación causal entre la alimentación de los pacientes y cáncer pancreático?

-La causa del cáncer de páncreas hoy no se conoce con claridad, pero ciertos factores pueden jugar un rol importante para contribuir a la génesis o aparición del tumor. La alimentación juega un papel en la prevención y tratamiento y puede ser un factor de riesgo en el desarrollo de cáncer pancreático sumado a otros factores como  la obesidad, tabaco (cigarrillo), antecedentes familiares, lesiones premalignas, diabetes de larga evolución o consumo elevado de alcohol.

-La prevención requiere saber que la ingesta de alimentos, en cuánto a la obesidad y el exceso de grasa visceral, induce a un estado de inflamación crónico y puede promover el desarrollo de cáncer pancreático.

-¿Cuál es la situación en Argentina sobre la influencia de la alimentación con el cáncer pancreático?

-En Argentina la incidencia para el año 2012 fue de 4,8 por 100 mil hombres y 3,4 por 100.00 mujeres correspondientes al 3,5% de las neoplasias diagnosticadas en ese año.

-Según los datos de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer de  Argentina, en el año 2018, el cáncer de páncreas ocupó el sexto lugar. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2018), se registró obesidad en un cuarto de la población, indicador que aumentó 22% respecto a la edición del año  2013 y 74% respecto a la primera edición del 2005. El indicador de consumo de al menos cinco porciones diarias de frutas o verduras al día no reflejó cambios estadísticamente significativos respecto a la edición anterior: solo el 6% de la población cumplió con la recomendación de consumo diario.

-¿Cómo realizar la evaluación e intervención nutricional de pacientes con cáncer pancreático?

-Los pacientes con cáncer pancreático presentan elevado riesgo de malnutrición, por lo que se recomienda realizar una evaluación nutricional integral a través de parámetros antropométricos, bioquímicos, funcionales (dinamometría), y una evaluación de la ingesta alimentaria.

-La pérdida de peso es común en pacientes con CP y también se produce disminución de masa libre grasa que induce un riesgo metabólico, el cuál debe considerarse en pacientes que van a ser sometidosa cirugía.

-En cuanto a la intervención nutricional dependerá del estado del paciente. En caso de que no logre cubrir los requerimientos nutricionales, puede requerir terapia nutricional a través del soporte nutricional oral, enteral o parenteral, que debe considerar y apuntar a mantener o mejorar los aspectos biológicos, psicológicos y sociales realacionados con la alimentación.

-¿Qué tipo de plan de alimentación podría favorecer la recuperación de pacientes luego de la cirugía?

-Luego de la cirugía, el plan de alimentación se deberá realizar seleccionando adecuadamente el aporte de grasas y de hidratos de carbono, según las glucemias, con un incremento de aporte de proteínas y deberá ser fraccionado en 6 comidas.

-Deberá considerarse y controlar la insuficiencia pancreática exocrina para evaluar si el paciente requiere tratamiento con enzimas pancreáticas y evaluar la deficiencias de vitaminas liposoblubles (A,D,E y K) y de minerales (Hierro, Vitamina B ₁₂, Magnesio y Zinc).

-¿Puede la nutrición favorecer la prevención del cáncer pancreático ? ¿Cuáles alimentos recomienda incluir o evitar en la dieta de pacientes con tendencia?

-La alimentación es un importante factor modificable. Hay estudios que demuestran que el aumento del consumo de carne roja y carne roja procesada se asociaron con un aumento significativo en el riesgo de cáncer pancreático (más en hombres que en mujeres). De todos modos, se sugieren estudios de cohortes con medidas dietéticas para determinar el momento adecuado de la ingesta alimentaria en relación con la etiología del cáncer de páncreas.

-Una dieta mediterránea con menor potencial inflamatorio o mejor capacidad antioxidante se asoció con menor riesgo de cáncer páncreas. Se aconseja realizar un plan de alimentación saludable.

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