El proceso de duelo es una reacción principalmente emocional y cognitiva, asociada a múltiples síntomas físicos, que se presenta generalmente en los pacientes después de cualquier tipo de pérdida: la muerte de un ser querido, de un empleo, un proyecto, un bien significativo o, incluso, la pérdida de la esperanza de vida.

Este último podría ser una forma de nombrar al duelo anticipado, una variedad de duelo que “se puede conceptualizar como la vivencia de pérdida que experimenta una persona, su familia o su entorno social más cercano, desde el momento en que son conscientes que la enfermedad que padece no tiene actualmente cura y además, con una expectativa de vida a corto plazo (semanas o meses)”.

La conceptualización de este y todos los tipos de duelos, así como sus síntomas más comunes y recomendaciones de acompañamiento, se encuentran descritas en el curso “Acompañamiento del proceso de duelo”, de Océano Medicina.

Este programa académico, que ya puede ser adquirido a través de los distintos canales de compra de Océano Medicina, tiene el objetivo brindar el conocimiento más actualizado sobre la materia y la actitud terapéutica que deben seguir los profesionales de la salud en los distintos casos.

Como parte de este lanzamiento, Océano Medicina ofrece a continuación cinco claves extraídas del curso, relacionadas en este caso con el duelo anticipado, entendiendo el valor del acompañamiento psicológico para la salud integral del enfermo y sus familiares, y evitar así un estado patológico.

Cinco claves del duelo anticipado

1. El duelo anticipado no se experimenta necesariamente desde el mismo momento en el que se comunica el diagnóstico y pronóstico de la enfermedad; sino que es el resultado de un primer esfuerzo de elaboración y afrontamiento ante la proximidad del inevitable fallecimiento.
2. Es habitual vivenciar el duelo anticipado en el padecimiento de enfermedades que, en el carácter terminal de su enfermedad y/o cronicidad, concursan con un estado de dependencia tal que impacta notablemente en la autonomía del paciente, y por lo tanto en el funcionamiento de la dinámica habitual de su familia.
3. Cada individuo experimentará el duelo de forma única y personal. Sin embargo, se han descrito componentes como el reconocimiento inevitable de la muerte, el desarrollo de una perspectiva que soporte la creencia del valor de la vida, o la “Memoralización” de una estable y consciente imagen mental del moribundo que permanecerá posteriormente a la muerte.
4. Una relación interpersonal cargada de sensibilidad, simpatía y de comprensión por el individuo, es con frecuencia, la clave para entender y reducir el sufrimiento o conseguir un alivio completo.
5. Los acompañantes pueden ayudar a los enfermos a resolver algunos problemas concretos, reconciliarse con otros y despedirse. 

Para obtener la formación académica completa en esta temática, puede adquirir el curso Acompañamiento del proceso de duelo, de Océano Medicina, a través de nuestros canales de contacto.