Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 8.7 millones de mexicanos padecen diabetes. Sin embargo, este número no contempla a las personas sin diagnóstico. Por lo que se estima que el total se acerca a los 12 millones de personas enfermas.

En México, la diabetes es la primera causa de ceguera prevenible en el adulto en edad productiva y la primera causa de insuficiencia renal terminal, de amputaciones no traumáticas en extremidades inferiores y de infartos al miocardio, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Además, en 2021, esta enfermedad fue la tercera causa de muerte a nivel nacional, después del COVID y las enfermedades del corazón. Durante el año pasado, 140.729 personas fallecieron por esta enfermedad, mientras que en 2020 fueron 151,019.

Del total de fallecimientos, 98% fueron por diabetes no insulinodependiente y de otro tipo y 2% por diabetes insulinodependiente.

Si bien las defunciones por diabetes se distribuyen en todos los grupos etarios, afecta en mayor medida a las personas de 65 años y más. En la mayoría de los grupos de edad se observan más defunciones por esta causa en hombres que en mujeres.

De tal manera, México ocupa el segundo lugar con prevalencia de diabetes en América Latina y el octavo lugar en el mundo.

Los números

Dado que es una enfermedad incurable, la diabetes debe controlarse y monitorearse constantemente. Esto puede llegar a representar grandes gastos para los enfermos y su familia.

De acuerdo con datos de la Federación Mexicana de Diabetes, el costo anual de los cuidados de una persona con diabetes no controlada puede llegar hasta un millón 163.000 pesos, aproximadamente. Mientras que, para una persona que sí tiene controlado el padecimiento, podría alcanzar hasta 88.000 pesos al año.

Asimismo, se estima que una persona con cobertura de seguridad social en México puede llegar a tener un gasto mensual promedio de 2.000 pesos.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, la atención médica de una persona con diabetes puede oscilar desde 24.000 pesos hasta 90.000 pesos al año.

El paciente en condición diabética requiere material médico, instrumentos de automonitoreo, como medidores de glucosa, además de insulina y los medios para administrarla. También debe tener acceso a revisiones médicas con especialistas en diversas áreas, como nutrición y cardiología, entre otras. Si se complica la enfermedad, el gasto puede llegar a ser catastrófico.

Algunas estimaciones indican que, para el año 2025, en México habrá alrededor de 11,7 millones de personas diabéticas diagnosticadas. Esta cifra se incrementará debido al envejecimiento, la urbanización y la alta prevalencia de obesidad e inactividad física que caracterizan a la población mexicana.

En consecuencia, se proyecta que para 2030 habrá un incremento desmedido en los costos de atención médica, estimados en $14.695.229,000 dólares, equivalentes a 15% del gasto total en salud.

El Programa de Prevención y Control del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes está a cargo del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades y de la Dirección General de Promoción de la Salud. Durante 2022, no obstante esta emergencia, tuvo un presupuesto de poco más de 582 millones de pesos.
Y, según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, para 2023 se pretende incrementar esa cifra a 616 millones 226 mil 349 pesos. Es decir, tan solo 0.9%, en términos reales.

Una luz

En el estado mexicano de Jalisco, en octubre pasado, se aprobó una reforma a la Ley de Salud local con la que se busca garantizar y fortalecer la atención de la diabetes mellitus y sus diferentes tipos en la población jalisciense, especialmente en menores.

Con ello se busca facilitar la creación de un Registro Nominal de Pacientes con Diabetes tipo 1, por lo que Jalisco se convertirá en la primera entidad del país en contar con información estadística acerca de la cantidad de casos y el seguimiento que se le brinda a cada uno.

Con esta reforma se busca mejorar la cobertura médica y el acceso a suministros, en especial para los menores de edad en condición diabética.

Asimismo, se estableció el derecho a la insulina, por lo que el sistema estatal de salud hará lo necesario, “de acuerdo a la disponibilidad presupuestal”, para garantizar la atención oportuna.