El tratamiento temprano con heparina de bajo peso molecular en dosis terapéuticas redujo significativamente la tromboembolia grave y la mortalidad. Además, lo hizo sin aumentar las hemorragias en pacientes internados por COVID-19 con altos niveles del dímero D en el estudio HEP-COVID.

“Este fue un ensayo clínico comenzado por investigadores y lo practicamos porque atendimos pacientes que desarrollaban coágulos y morían frente a nosotros mientras recibían dosis estándares preventivas de heparina”, dijo el doctor Alex C. Spyropoulos, investigador principal y profesor de los Institutos Feinstein de Investigación Médica, de Nueva York.

“Demostramos que los niveles de dímero D cuatro veces por encima del umbral superior del valor normal sirven para detectar a un grupo de pacientes internados por COVID-19 de muy alto riesgo y que funciona administrarles dosis terapéuticas de heparina. Esta práctica está cambiando”, dijo Spyropoulos.

Los datos surgen de 253 adultos con COVID-19 internados con niveles del dímero D cuatro veces por encima del valor normal o un puntaje de coagulopatía por sepsis de cuatro o más.

Los pacientes se estratificaron al momento de la aleatorización de acuerdo con la atención en o fuera de UTI.
La incidencia de la tromboembolia grave o la muerte (resultado primario) fue significativamente menor con la dosis terapéutica (28,7 v 41,9%; RR 0,68; IC95% 0,49-0,96), según publica el equipo en JAMA Internal Medicine.

El beneficio se debió a una reducción de la tromboembolia (10,9 v 29%; RR 0,37; IC95% 0,21-0,66).