Con la finalidad de incluir a la cirugía bariátrica en el ámbito de la salud pública, en noviembre de 2020 el Senado Mexicano aprobó reformas en la Ley General de Salud. De ese modo, permitió que instituciones que forman parte del Sistema Nacional de Salud comiencen a integrar dichos procedimientos en el tratamiento de la obesidad mórbida y sus complicaciones metabólicas. Recientemente, especialistas del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas (CMCOEM) alertaron acerca de la necesidad de incrementar el numero de cirugías. Esto fue debido al notorio impacto que, actualmente, tiene la obesidad en la población mexicana. Consideran que uno de los principales obstáculos es la baja proporción de profesionales especializados en cirugía bariátrica en México. Serían, solamente, alrededor de 239.

Cirugía bariátrica en México

La cirugía bariátrica se realiza en el mundo desde hace ya cinco décadas. Tuvo un gran auge con el advenimiento de los procedimientos laparoscópicos.

Las técnicas más utilizadas en la actualidad son la manga gástrica y el bypass gástrico. En México, durante 2019, se contabilizaron alrededor de 19.273 cirugías. Una cifra que dista de ser la ideal, si se tiene en cuenta que un 36% de la población es obesa y una proporción importante de ella se beneficiaría de sobremanera con el procedimiento.

“La cirugía bariátrica no es un procedimiento estético, es una operación que puede mejorar la calidad de vida del paciente. Además, puede ayudarlo a controlar algunas comorbilidades ”, explicó el Dr. Miguel Herrera, presidente del CMCOEM.

La evidencia recolectada en diversos países da cuenta del rol que ha tenido en el control del peso de los enfermos. Un conocido e histórico estudio realizado en población sueca determinó disminuciones sostenidas en el peso en personas con obesidad. Algunos estudios midieron la pérdida del exceso de peso (PEP) luego de la cirugía bariátrica. El PEP hace referencia al peso en exceso representado a partir de un índice de masa corporal de 25 kg/m². La pérdida de peso global, en porcentaje de exceso de peso perdido a 12 meses, fue del 76.9% en uno de ellos. El mayor efecto se observó con el bypass gástrico.

Otros estudios encontraron, además, una significativa disminución en la mortalidad en aquellos obesos que recibían cirugías bariátricas. Este fenómeno reside en la reducción de comorbilidades en estos pacientes. Luego de un año de transcurrido el procedimiento, un estudio en población mexicana detectó un 70% de pacientes con remisión de diabetes mellitus tipo 2. Además, en un 50%, desapareció la hipertensión arterial. Otras patologías que mejoran son las dislipidemias y el hígado graso.

Bajo riesgo asociado a cirugías bariátricas

Se considera a la cirugía bariátrica como un conjunto de técnicas quirúrgicas seguras. Según algunos reportes, tiene una mortalidad menor al 0.5% y una morbilidad temprana que oscila entre el 7% y el 23%. La tasa de eventos adversos severos en algunas series es del 4.3%, e incluyen al tromboembolismo pulmonar, entre otros. En el caso del bypass gástrico se han observado fenómenos de fístulas y estenosis en la anastomosis gastroyeyunal. Pero siempre el riesgo asociado al exceso de peso supera al desencadenado por los procedimientos en estos pacientes.

El bypass gástrico ha sido históricamente considerado el estándar de oro. Pero, desde 2016, la manga gástrica constituye la cirugía más realizada a nivel mundial. Entre las ventajas que ofrece se destacan su mayor simpleza técnica. Según datos globales, en todo el mundo se realizaron 394.431 cirugías bariátricas entre el 2014 y el 2018. En orden decreciente, el 46% de los procedimientos implicaron manga gástrica, el 38.2% bypass gástrico y, solo el 5%, fueron banda gástrica.

Experiencias en centros mexicanos con alto volumen de cirugías bariátricas permiten rotular a estas opciones quirúrgicas como seguras y eficaces. Desde el CMCOEM, piden que sean más tenidas en cuenta a la hora de mejorar la salud de los mexicanos.