-¿Cómo es ser médica e instagramer?

– Es una actividad muy entretenida y con muchas sorpresas. No podemos negar el alcance que tienen las redes sociales hoy por hoy y la forma en la que la población las usa para comunicarse e informarse.

Creo que es un área nueva para explorar desde el punto de vista de difusión de información sobre salud. Está lleno de sub-herramientas con las que se puede contar para compartir información.

-¿Cómo se te ocurrió la idea de comenzar con la divulgación a través de estas plataformas?

-Nunca fue una idea concreta o una propuesta en sí misma. Tenía una red social como la puede tener cualquier persona. Una vez escribí en twitter porqué creía que debía legalizarse el aborto en Argentina y lo argumenté, la gente lo recibió muy bien y ahí fue como yo conocí las redes como una herramienta de comunicación.

-¿Qué temáticas elegís para darle difusión y porqué crees que es importante hablar de ellas?

-Prioridad siempre son temas relacionados a Salud Sexual y Reproductiva, también ITS. Son importantes porque el público de redes sociales forma parte de la comunidad que está iniciando relaciones sexuales y creo en la importancia del manejo de este tipo de información con un concepto de poder de la comunidad sobre sí misma.

-¿Cómo pueden las redes sociales mejorar la relación paciente-medico?

– Muchas personas no concurren a su consulta por malas experiencias, las redes pueden ser un excelente “link” a conocer nuevos modos de hacer medicina, nuevas formas de comunicación con los pacientes, nuevas inquietudes que las personas pueden traer a la consulta. Las personas pueden sacarse muchas dudas dentro de las redes sociales, o incluso generarlas con la información que brindamos. Las redes unen, conectan, empatizan. Creo en las redes sociales como un área a explorar por la medicina.

-¿Qué opinas del sistema de salud actual?

-Mucho que cambiar, mucho para destruir y construir. Los cambios para mejorar quedan delegados a “islas” de grupos de profesionales que realmente no ven al paciente como un número o como un negocio, o que toman la salud como concepto integral y se enfocan en eso. Son pequeñas islas dentro de lugares perversos.

No termino de entender por qué el médico generalista/familia no tiene el lugar que le corresponde dentro del sistema y el paciente es fragmentado por especialidades haciendo consultas innecesarias muchas veces. Es un sistema que corre por detrás a la enfermedad cuando ya llegó pero no sabe preservar la salud para evitar su llegada. Se invierte mal en salud, muy poco en promoción y prevención.

-¿Qué opinas del nuevo Ministerio de las mujeres, género y diversidad? ¿Cómo puede contribuir a mejorar la política pública de salud?

– Bien administrado y con una real perspectiva feminista y de clase puede ser el inicio de un cambio radical en la cultura sobre todo. El sistema de salud es expulsivo para con las personas del colectivo LGBTIQ+ desde la carrera universitaria en donde los pacientes son “binarizados”: hombre o mujer.

Así que nuestra formación ya es expulsiva para con las personas de este colectivo, me parece importantísimo el trabajo en conjunto con el Ministerio de Salud en el marco de mejorar: el promedio de vida de las personas trans, los cuerpos hormonizados y la tasa de mortalidad materna y su relación con los abortos clandestinos, entre otras temáticas.

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